* Los Buccaneers se comieron a Patrick Mahomes y se quedaron con el Vince Lombardi

 

MEDIO TIEMPO

 

No hay duda: Tom Brady es el mejor de todos los tiempos. La figura de la NFL agrandó aún más su legado y este domingo ganó su séptimo anillo de Super Bowl con los Tampa Bay Buccaneers, al derrotar 31-9 a los Kansas City Chiefs.

Con una fantástica actuación de Rob Gronkowski y la línea defensiva de los Bucs, el equipo de Bruce Arians se fue comiendo a la escuadra de Patrick Mahomes, que se terminó hundiendo sola con sus propios errores.

Dos recepciones de Touchdown de Gronkowski y 7 capturas al mariscal de campo de Kansas fueron la clave de un Super Tazón que terminó siendo más abultado de lo esperado.

Este es el segundo título de Tampa, luego de aquel del 2003, donde derrotaron a los Oakland Raiders, en el Super Tazón XXXVll.

Brady acabó con 3 touchdowns, 21 de 29 pases completos y 201 yardas, mientras que Antonio Brown sumó otra, igual que Leonard Fournette, quien terminó con 89 yardas.

Sin embargo, más allá del trabajo ofensivo de los Bucs, la clave del partido fue lo que dejó de hacer el equipo de Kansas City. La línea ofensiva fue extremadamente frágil y la defensa dejó trabajar a Brady más de lo que debería.

Dos pañuelos en el último minuto de la primera parte le dieron oportunidad de irse al descanso 14-3 y para la vuelta, un touchdown de Gronk encaminaba el resultado.

Ya con el marcador 31-9 en el último cuarto, Mahomes luchó con uñas y dientes, sin embargo su línea ofensiva y sus receptores le jugaron en contra. Sammy Watkins y Darrelle Williams le soltaron balones increíbles que sentenciaron a los Chiefs y le abrieron la puerta de la historia a los Buccaneers y Tom Brady.