Así que justo cuando arranca la encuesta definitiva para determinar quién será el nuevo dirigente nacional de Morena el que estrenó aliado fue Mario Delgado. Resulta que el diputado ya negoció, perdón, se hizo de las simpatías de Gibrán Ramírez, quien contendió en los anteriores dos ejercicios con resultados no tan favorables. Como sea, el joven politólogo ayer dio a conocer que Delgado es el bueno, pues se comprometió a adoptar los compromisos del pequeño colectivo que encabeza. Por cierto que Gibrán atribuyó la exacerbación de los ánimos entre los contendientes a la mala gestión del proceso de relevo y a que Morena va rezagada en la carrera del proceso electoral 2021 y luego posó para la foto con el líder de la Jucopo en San Lázaro, quien, por su parte, aplaudió el sentido de unidad de su nuevo aliado y destacó que el movimiento con la gente “detona el cambio de las conciencias”. Ah, y chocaron los puños. Publica «Rozones» de La Razón de México»