Recordar es vivir, dicen algunos. Y si usted observa las decenas de fotografías que circularon en los medios en diciembre de 2012, cuando miembros de todos los partidos y muchos actores de la clase política de entonces participaron en la firma del Pacto por México, verá que todo era felicidad. Sin embargo, en los pocos años que han pasado desde que fueron tomadas esas placas, la situación de muchos de los que están ahí ha cambiado. Hay gobernadores que hoy están tras las rejas o prófugos, secretarios de Estado y legisladores que hoy son investigados por corrupción y muchos que temen que pronto les llegue la lumbre a los aparejos. Y el personaje principal, el más sonriente, el presidente Enrique Peña Nieto, quien podría convertirse en el primer exmandatario en ser llevado ante los tribunales. Nos hacen ver que, si se confirman las acusaciones del exdirector de Pemex Emilio Lozoya, quien dijo que Peña le ordenó entregar dinero sucio a los legisladores, quedará claro que muchas de esas sonrisas le costaron a los mexicanos al menos 500 millones de pesos, obtenidos de cohechos, que son los que se habrían pagado a legisladores a cambio de su voto para apoyar las reformas peñistas. Es decir, se confirmará que el presidente Peña Nieto les pagó hasta la risa.   |  Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.