Sofía Martínez Huerta, no huele, apesta a cárcel. De esa cara sonriente y todas las puedo cuando llegó a la Presidencia del Poder Judicial de Veracruz, ha pasado a un rostro desencajado y perturbado. La máxima popular sentencia: “los carniceros de hoy serán las reses de mañana”, ahora le tocó a ella.