Reza la máxima popular que cuando la perra es brava, hasta a los de la casa muerde.

Y mire lo que le exigen sus compañeros de bancada al aspirante a la dirigencia nacional de este negocio.

Cerca de una treintena de diputados federales morenos intuyen que su coordinador en San Lázaro, Mario Delgado Carrillo, no está siendo transparente en el manejo y destino de los dineros que recibe dicha fracción. A todos ellos los invade la duda y presienten que podría estar desviando dinero para su campaña, para ver coronado su capricho.

Aun cuando el nacido en Colima ya tiene en sus manos la epístola que en días pasados le fue enviada por los inconformes, no ha sido capaz de emitir respuesta alguna, ha optado por el silencio, acción que siembra más la duda en los parlamentarios.

Lo cierto es que el ex senador petista en el tiempo que lleva al frente de la Coordinación del rebaño de Morena en absoluto ha exhibido tan siquiera un informe sobre los destinos de los recursos económicos asignados para las actividades de dicha fracción.

No ha exhibido claridad y certeza al electorado de que los recursos financieros, materiales y humanos se destinan al trabajo legislativo y que no han sido utilizados en la promoción de su persona.

Como bien señalan los representantes populares morenos “persiste la omisión en la rendición de cuentas de manera interna”.

De darse lo anterior solo se estaría actuando dentro de una completa incongruencia ya que su pastor mayor, el señor López, siempre ha presumido que son tiempos de transformación profunda de la vida pública del país, son tiempos de austeridad, pero sobre todo de no mentir y no robar.

Sobra decir que la puesta en práctica de la transparencia y rendición de cuentas debe empezar por la casa, todo dentro del marco de la coherencia y respeto merecen los chairos.  Es de resaltarse que la bancada mayoritaria de Morena ha recibido para su operación más de 450 millones de pesos y aun con todo ello Delgado Carrillo, no ha entregado un informe detallado de los destinos de esos millones.

Por todos es conocido que desde finales del mes de agosto el nacido en Colima ha llevado a cabo un sinfín de giras por diferentes entidades del territorio mexicano sosteniendo en todas ellas encuentros con la militancia morenista.

Por cierto, en estas giras lo que impera y abunda son los lujos, los excesos por lo que de inmediato se observa que lo que sobra es dinero.

Pero eso no es todo Delgado Carrillo, sin mayor empacho, al menos aquí en tierras veracruzanas, ha desplegado en lugares estratégicos costosos espectaculares y anuncios publicitarios móviles, con el marcado interés de posicionarse de cara a la encuesta que realizará el Instituto Nacional Electoral para definir al próximo dirigente nacional del negocio ese llamado Morena.

Mario Martín, es gente de Marcelo Ebrad, recordemos que, en el 2006, apuntaló las campañas del señor López en su aspiración por la Presidencia, y de Ebrard Casaubón por la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, siendo coordinador de estudios y acciones estratégicas de esta última.

Una vez que el ahora titular de Relaciones Exteriores obtuvo el triunfo en el GDF, este economista se convirtió en secretario técnico de su equipo de transición.

Una vez debidamente instalada la administración de Marcelo Ebrad, Delgado Carrillo fue secretario de Finanzas (2006- 2010) y, posteriormente, de Educación (2010-2012).

Pero más antes, allá por el 2002, el colimense comenzó a trabajar en la Secretaría de Seguridad Pública del DF, cuando su titular era Ebrard Casaubón.

Tres años más tarde siguió al ahora canciller a la Secretaría de Desarrollo Social, donde se desempeñó como asesor y director de Presupuesto y Contabilidad.