Usted le cree, nosotros tampoco.

Entre consultas públicas y otros disparates se consume el gobierno.

Con una caída de 15 puntos, en comparación al año pasado, el tabasqueño llega a su segundo informe de labores.

Lo anterior es debido a la pandemia del coronavirus y a la fuerte crisis económica que se vive en estos momentos.

Sin lugar a dudas son doce meses de los cuales cuando menos siete han sido marcados fuertemente por un par de crisis: la sanitaria y la económica.

El señor López llega muy desgastado a su segundo año de labores, es poco lo que puede informar, es mínimo lo realmente valioso que consiga externar, acaso tendrá valor para dar cuenta de un país destruido por la epidemia y la inseguridad.

Esperamos que sí, pero conociéndole eso jamás podrá suceder.

No se logra ver un rubro donde el dueño de “La Chingada” pueda entregar buenas cuentas, eso que tanto ha venido presumiendo, sus megaproyectos avanzan a cuentagotas, lo único que van dejando es una estela de capricho y corrupción, donde los compadres y socios han resultado ser los más beneficiados en la asignación de la obra pública.

Su Segundo Informe de labores no será un evento en el que se le informe a la ciudadanía de todos los avances positivos que se han realizado en el país, será todo lo contrario.

Florecerán datos maquillados, cifras que mienten a los mexicanos. El pueblo quisiera esperar otra cosa, pero, su informe solo habrá de ser eso, una retahíla de mentiras con datos que él tiene, con sus fundamentos, mismos que desafortunadamente distan mucho de la realidad que millones de mexicanos estamos viviendo.

Lo que le ha ayudado mucho es retomar esa arenga de campaña de “primero los pobres”, esas frases tan trilladas le han permitido acrecentar su popularidad en los últimos días.

Lo cierto es que el señor López está perdiendo la gran oportunidad de ser el mejor presidente que haya tenido muestro México, por supuesto que de lo anterior el tropiezo no fue la pandemia, fue su necedad la que mucho le ha dañado. Mucha palabrería y muy magros resultados son la tónica de su gobierno, fabricar culpables y no soluciones, es lo que final está cansando a los mexicanos.

Claro que sí.

CANACINTRA-XALAPA

Sin nada bueno que ofrecer a sus socios este membrete.

El tezuiteco, entiéndase Juan Manuel García González, cuando menos aparentaba, daba el gatazo, pero el actual presidente no es otra cosa que un advenedizo, un verdadero gandul, un bueno para nada.

Así de sencillo.

El tal Alejandro se siente tejido a mano, es soberbio, mostrenco, aun no logra salir de su burbuja, de ese exclusivo espacio que por un tiempo habitó en los tiempos del virreinato cuando fue mozo de espadas del capitán de meseros Alejandro Montano Guzmán.

Ahora, como “representante” de la clase empresarial no personifica nada, los hombres generadores de empleo están solos, sin mayor representación.

Lo que se les avecina no es nada fácil y sin un auténtico dirigente no lo dude que se les habrá de complicar más la situación.

Ya es hora que los hombres del dinero se pongan las pilas y logren unificar acciones, porque de continuar jalando cada quien por su lado el cierre de negocios es lo que les espera. Suerte.