Este instituto político no es otra cosa que un verdadero establecimiento electoral el cual es balanceado por una mano peroteña y administrado por un corrupto.

Al títere que está al frente de dicho negocio lo trae en la mira la justicia.

Recordemos que, a finales del penúltimo mes del 2020, el cuestionable de Poquito Garrido, perdón Paquito Garrido, recurrió al recurso de amparo ante la justicia federal argumentando una presunta transgresión de sus derechos constitucionales.

Lo cierto es que el ex diputado local siempre se ha movido entre escándalos, en medio de corruptelas y pleitos legales.

La constante del actual mozo de espadas del peroteño son las ardides ya que en repetidas ocasiones le han requerido por la vía civil el pago de rentas vencidas de inmuebles que pidió en arrendamiento tanto en esta ciudad capital como en otros municipios, espacios donde ha instalado sus negocios, de otro giro, no de partidos políticos, y oficinas también.

Quién no recuerda que ya en la agonía del sexenio de Fidel Herrera Beltrán el ahora regenteador de “Podemos”, en el estado de Nuevo León fue denunciado por fraude, por lo que autoridades de aquella entidad lo reclamaban, siendo detenido y recluido en el penal de Topo Chico.

De igual forma les hizo un boquete a las finanzas veracruzanas ya que la Secretaría de Desarrollo Económico de Veracruz les concedió un crédito superior a los tres millones de pesos, mismo que según el ahora administrador de eso que llaman Podemos, era para montar un laboratorio de alta tecnología y a la mera hora, como siempre, solo se hizo como El Tío Lolo.

El cuestionado personaje fue representante popular local abanderado por lo que fue Alternativa Veracruzana y siempre estuvo a los pies y a las órdenes del hoy recluso Javier Duarte.

Siendo presidente de la Comisión de Vigilancia, se aprobó la cuenta pública de Javier Duarte de los años 2014, 2015 y 2016.

Presidiendo dicha comisión se caracterizó por su docilidad al gobierno de Duarte a grado tal que, curiosamente, dicha comisión no reveló observaciones a las cuentas públicas de la secretaría de Educación, a la de Finanzas y Planeación, donde quien cree que era tesorero, le atino Antonio Tarek Abdala, ni en la Secretaría de Gobierno, por citarle algunos ejemplos.

Si algo caracteriza al ahora dirigente, mas no líder, del negocio se llamado “Podemos”, es la desfachatez, ya que en una entrevista radiofónica tuvo el descaro de señalar que en su negocio, o del peroteño, como lo quiera usted ver, “caben todos los que tengan una trayectoria intachable; una hoja de servicio que pueda serle útil a Veracruz y que sepa caminar de la mano con los nuevos cuadros que vamos a presentar y respaldarlos y apoyarlos; personas que lamentablemente han dañado y deteriorado al patrimonio de Veracruz no tienen ningún espacio en este proyecto político”, por favor, eso es cinismo no chingaderas.

Por todo lo anterior ahora alguien le creerá a Garrido Sánchez cuando subraya que, en su negocio, entiéndase Podemos, no habrá cabida para actores políticos que en su actuación pública defraudaron a los veracruzanos.

Sopas.

Pobre peroteño, de nueva cuenta le volverán a tomar el pelo.

Pero como reza la máxima popular, la culpa no es del marrano, sino del que le da de comer.

Provecho.