* El saldo de la pandemia es una crisis económica y estragos sociales y emocionales; más de 320 mil historias truncadas; vacunación, solución cuesta arriba; el desafío, lograrla antes de que proliferen linajes más agresivos: virólogos; se siente el vacío, nada es igual, narra hijo de Isaías Rodríguez, el primer mexicano muerto en el extranjero en 2020; semáforo: el país se pinta de amarillo, 20 estados en ese color; ninguno en rojo; 10 en naranja y 2 en verde

La Razón

Han pasado 365 días desde que se detectó el primer caso de Covid-19 en México. Un año de la epidemia que obligó a las personas a trasladar el trabajo, la escuela y las relaciones a sus hogares para protegerse del virus y adaptarse a una nueva normalidad.

A un año de pandemia suman dos millones 76 mil 882 personas contagiadas y 184 mil 474 muertos. Aunque expertos estiman que hay al menos 20 millones de habitantes que ya han padecido la enfermedad, una cifra hasta 10 veces mayor de lo monitoreado por las autoridades.

“Contando que no se hacen pruebas (…) Si ya estamos en los dos millones podrían ser 20 millones, una cifra más cercana a lo que estamos viviendo”, explicó Roselyn Lemus-Martin, doctora en biología molecular de la Universidad de Oxford.

Pero, a un año de pandemia, ¿cuál es el reto? Ganarle a las variantes del SARS-CoV-2 para evitar que el virus se siga expandiendo, aseguran los virólogos.

“El panorama sigue siendo de contagios. Hemos aprendido mucho del virus, ya se desarrollaron vacunas y fármacos y varias de las medidas sanitarias ya se adaptaron a las personas. Ahora la guerra es ganarle al virus, que sigue desarrollando variantes y entre más rápido se vacune a la gente, más tiempo le dará a los expertos para investigar la enfermedad de manera detallada”, asegura Alejandro Sánchez Flores, investigador de la Facultad de Biotecnología de la UNAM.

El experto señala que el virus respondió a lo que los seres humanos realizan en sus actividades diarias, lo que provocó que haya tenido un espacio para mutar y se le dieron ventajas para aumentar las transmisiones.

“Nosotros corremos, pero el virus también corre y nada se mueve, por ello la rapidez de las vacunas es imprescindible para ganarle al contagio”, expone.

El problema ahora, dice, es la producción de las dosis y vacunar a todas las poblaciones de riesgo para comenzar a reactivar todos los sectores de manera paulatina, aunque advirtió que esto puede llevar por lo menos cuatro años más.

“El panorama siguiente es invertir en el futuro, en investigación de nuevos virus y con la experiencia que tenemos desarrollar otras vacunas, pues otros expertos avizoran que vienen más pandemias en los siguientes años. Eso ya lo aprendimos y no podemos retroceder”, explicó.

Para Lemus-Martin una preocupación es la lentitud en el proceso de vacunación. “Como la vacunación está siendo lenta existe la posibilidad de que haya un repunte, sobre todo si ya se abrió el semáforo a naranja (en la Ciudad de México)”, señala.

“El problema con las nuevas variantes es que pueden hacer las vacunas menos efectivas. Si Pfizer tiene una eficacia de 95 por ciento, con esta variante (sudafricana) puede tener una eficacia de 60 o 70 por ciento”, advierte.