Qué se mete en el cuerpo Juan Carlos Mezhua Campos, qué inhala por la nariz, qué fuma, ¿come hongos?, ¿a poco lo ha embrujado la regidora Santa?, ¿qué le dio de tomar o que caldo le dio a probar?, esas interrogantes se preguntan un día sí y otro también los habitantes de Zongolica, por las palabras y acciones del perredista.

Resulta que el ambicioso político ha declarado que buscará reelegirse en el cargo, esto bajo la bandera de los usos y costumbres indígenas, valiéndole que esta figura jurídica no se encuentra en la Constitución Política de Veracruz y tampoco lo prevén las autoridades electorales, sin embargo, a Mezhua Campos no le importa y dice que hará todo para quedarse como alcalde.

Incluso, es tanta su locura que ya comentó que es capaz de ir a la misma ONU para exigir que le respeten su derecho a reelegirse y que para ello prepara a su equipo de abogados para armar la estrategia legal que lo respalde en su voraz ambición.

Caray, lo único que demuestra Juan Carlos Mezhua Campos es una obsesión por el poder, avaricia por el dinero público y nostalgia por el cargo que está a punto de dejar, además, está enojado con los mandos del PRD porque no le permitieron imponer candidatos a cargos de representación popular en su distrito electoral.

Pero como también está lleno de resentimientos y le enfada ver a gente que trabaja, ahora Mezhua Campos pretende colocar diez parquímetros en el centro de Zongolica, pretende darle un contrato a una empresa de la que se presume también es socio, para con estos artefactos sangrar a los pobres habitantes de este municipio por treinta años. ¡Qué poca ma…!