Nos hacen ver que el alza en feminicidios en el estado gobernado por Cuauhtémoc Blanco es sólo la punta del iceberg de una grave crisis de violencia por la que atraviesa la entidad. Tan sólo ayer diez personas fueron asesinadas de manera violenta, cuatro de ellas en Cuernavaca. Y ayer mismo, la titular de Protección y Auxilio de la capital, Alicia Vázquez Luna, hablaba de la existencia de una banda cuyos integrantes utilizan equipo táctico, como si fueran policías de élite, para realizar asaltos a comercios o a comensales de restaurantes y bares, como el registrado el pasado sábado. Es cierto que la persecución de los delitos corresponde a la Fiscalía, pero la prevención es responsabilidad del gobierno estatal. Y en esto, es claro que la administración del Cuau ya reprobó. Pobre Morelos.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.