* La afectación a 88 hectáreas de bosque infestadas del insecto descortezador del tallo en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, son resultado de un cóctel de cambio climático, sequía, falta de presupuesto y recurrencia de plagas y enfermedades

Excélsior

La afectación a 88 hectáreas de bosque infestadas del insecto descortezador del tallo en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, – que provocará que en los próximos tres meses sean derribados más de siete mil árboles de Oyamel -, son resultado de un cóctel de cambio climático, sequía, falta de presupuesto y recurrencia de plagas y enfermedades, consideró Gustavo Sánchez Valle, director general de la Comisión Forestal del Estado de Michoacán (COFOM).

En entrevista con Excélsior, el ingeniero agrónomo señaló que el recorte al presupuesto federal genera la acumulación de factores que vuelven más vulnerables las áreas naturales protegidas y los recursos forestales.

«El acumulado de la desinversión que se ha dado en el sector ambiental y forestal por más de seis años, empieza a tener sus efectos en todos los ámbitos, es difícil establecer una correlación clara entre la baja de presupuesto con la incidencia de plagas, sin embargo, el efecto va siendo acumulativo, sobre todo en las señales que estamos enviando a los dueños y poseedores, que perciben que cada vez hay menos apoyo para el tema de bosques y más apoyo para otras actividades», manifestó.

Gustavo Sánchez Valle advirtió que se requiere un cambio de enfoque en el manejo de los bosques y las reservas ecológicas, para permitir la renovación de árboles viejos por jóvenes, que permitan una mayor captura de carbono y más resistencia a plagas y enfermedades, es decir, pasar de una mirada conservacionista a un aprovechamiento sustentable.

El director general de la COFOM, destacó que la falta de presupuesto federal también pega en la prevención y combate de incendios forestales, porque aunque la Comisión Nacional Forestal (Conafor), hace un gran esfuerzo, «con menos recursos siempre se hacen menos cosas», y sobre todo si los recortes son sostenidos, por lo que hay que impulsar con los tomadores de decisiones en el Poder Legislativo y Ejecutivo Federal, que la política forestal vuelva a ser una prioridad.

«Si no hay recursos para hacer labores de control de combustibles, de actividades de prevención de incendios forestales, seguramente vamos a tener un ecosistema en el que se le va acumulando mucho material combustible y tarde o temprano, un incendio puede tener consecuencias muy graves, y eso debilita al arbolado y los siguientes meses aparece la plaga, y más tratándose de años donde hemos tenido sequías», advirtió.

Excélsior dio a conocer el pasado 18 de julio, que luego de un inventario realizado en los bosques de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca de lado de Michoacán, la Conafor registró de manera preliminar 20 hectáreas infestadas de plaga en los ejidos El Asoleadero y Ocampo, municipio de Ocampo, así como en el ejido Jesús Nazareno, municipio de Angangueo, además de 43 hectáreas en El Rosario, Santa Ana y Cerro Prieto, en el municipio de Ocampo, y 25 hectáreas en los ejidos Remedios, municipio de Angangueo y Rosa Azul del municipio de Senguio.

La estimación de la Comisión Nacional Forestal es que son 13 mil 971 metros cúbicos de madera afectada, que equivalen a siete mil 15 árboles de Oyamel con tres especies de insectos descortezadores del tallo, Scolytus, Pseudohylesinus y Pityophthorus, que para su saneamiento tendrán que ser derribados.