El Verde Ecologista es de lo peor en cuestión de partidos políticos que tenemos en México.

Dicho instituto político es de sobra conocido que lo regentea una familia, sí, la de Jorge González Torres y lo hace desde 1986, solo que en aquel entonces se llamaba Partido Verde Mexicano y su registro estaba condicionado.

En dicho partido, desde la perspectiva pública, desde siempre se ha apreciado un problema, que se volvió una empresa y beneficia a familiares con contratos.

El Verde ha estado al servicio de una estirpe, y gracias a sus alianzas y a campañas engañosas ha obtenido miles de millones de pesos de las autoridades electorales.

Jorge González Martínez, mejor y más conocido como “El Niño Verde”, ha sido señalado de recibir sobornos millonarios para estimular proyectos devastadores en el país.

Es de subrayarse que el Verde Ecologista no deja de ser una organización política minoritaria mismo que con, más de 30 años de presencia, sólo en las elecciones presidenciales de 1994 contendió con candidato propio. Y párele de contar.

Mostrando sagacidad para conservar las prerrogativas siempre se ha aliado con un partido mayoritario, por lo que, en la elección del 2000, unió fuerzas con Acción Nacional “llevando” a la presidencia al guanajuatense Vicente Fox Quesada.

Posteriormente en el 2006 convino con el Revolucionario Institucional para abanderar al tabasqueño Roberto Madrazo Pintado, quien mordió el polvo, perdiendo la elección.

A partir de allí no dejó ir la oportunidad y, estratégicamente, se mantuvo anclado al tricolor por lo que en el 2012 hacen alianza y lanzan a Enrique Peña Nieto a la presidencia de la república. Agenciándose así su segunda “victoria” presidencial.

Por favor.

Su primer y único gobernador ha sido “El Güerito”, por cierto, cuentan las malas lenguas que “es amigo íntimo” del tuxpeño Alberto Silva Ramos, un tal Manuel Velasco Coello, y en alianza con el PRI lo lleva a la primera magistratura del estado de Chiapas

El caminar del Verde Ecologista siempre ha sido lleno de escándalos, de corruptelas y valemadrismo y es así como a mediados del 2009, el entonces senador del PVEM, Arturo Escobar, fue detenido en el Aeropuerto Internacional Ángel Albino Corso de Chiapas, con un maletín atiborrado de billetes alcanzando una cantidad superior al millón de pesos en efectivo. El parlamentario no pudo demostrar el origen del dinero, y le trasfirió la bronca a Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor, dirigente de dicho negocio en Chiapas.

Dos años después, en abril del 2011, una mujer de nacionalidad búlgara de nombre Galina Chankova Chaneva, sucumbió al caer del piso 19 de la Torre Esmeralda, en Cancún. El suceso, curiosamente, habría acontecido durante una fiesta que se llevó a cabo en el departamento 19-B, propiedad del ex senador Jorge Emilio González Martínez. La Procuraduría General de Justicia de Quintana Roo estableció que se trató de un suicidio.

En el 2014, a inicios del mes de octubre, el empresario y militante de dicho partido Germán Goyeneche Ortega, en el prospero estado de Querétaro, fue detenido junto con Héctor Beltrán Leyva, “El H”, líder máximo de Los Beltrán Leyva.

Antes, el febrero del 2013, con el fuero que le otorgaba el ser senador, Jorge Emilio González Martínez, en la privilegiada zona de Polanco fue detenido en su ostentoso auto para efectuarle la prueba de alcoholímetro. El representante popular, perceptiblemente embriagado, se negó a consumar el ensayo por lo que fue llevado al “Torito”.

Ahora, para no desentonar, el partido en el poder sostiene un intenso romance electoral con el instituto político que en antaño no lo bajaba de corrompido, sí, el mismo que durante años ha sido distinguido por corrupción y clientelismo, y de ser un partido satélite al servicio del PRI, de Acción Nacional y, para acabar pronto, de cualquiera que sea la fuerza política que esté en el poder, como en este caso.

En Veracruz quien regentea el negocio es un tal Carlos Marcelo Ruiz Sánchez, domestico de Jorge Carvallo, un orizabeño al cual en repetidas ocasiones ha sido señalado por sus actos de corrupción.

El hijo de Armando Ruiz Ochoa toda su carrea política la forjó en las filas priistas y un ejemplo es que fue mozo de estoques del mexiquense Carvallo Delfín en la SEDESOL-Veracruz, donde hizo las veces de director de Vinculación para el Combate a la Pobreza. Por cierto, en las auditoías que han hecho autoridades federales a esta dependencia el nombre del dirigente, mas no líder, del Verde Ecologista en la entidad, salió a flote, se mencionaba con mucha frecuencia.

Puro meretricio político- electoral.

Bola de sinvergüenzas.