Al ex vendedor de accesorios para teléfonos celulares ya le preparan una fría celda en el penal de Pacho Viejo. 

Fue del Juzgado Decimoséptimo de Distrito de donde, en días pasados, salió la orden de aprehensión en contra de Deantes Ramos, ya que se presume su participación en el delito de desvío de recursos federales durante la administración del hoy recluso, Javier Duarte. 

Fue la Fiscalía General de la Republica quien llevo a cabo las minuciosas investigaciones por lo que una vez obtenidas las pruebas suficientes solicitó a dicho juzgado proceder en contra del ex funcionario duartista. 

De acuerdo con el expediente 1/2020, la orden de aprehensión fue librada con base en testimonios y otras realidades. 

Recordemos que, por allí del mes de marzo del 2018, la Secretaría de Hacienda por medio de la Unidad de Inteligencia Financiera dio la orden de bloquear cualquier movimiento bancario por parte del ex titular de Trabajo y Previsión Social. 

Allá por el mes de octubre del 2016, Deantes Ramos recurrió al amparo para pedir que se suspendiera cualquier acción legal en su contra, pues desde ese entonces se le señalaba de presunto enriquecimiento ilícito y era investigado con base en la causa penal 220/2016. 

En noviembre del mismo año Deantes Ramos fue procesado por un presunto enriquecimiento ilícito de 50 millones de pesos, al encontrarse una diferencia infundada de más de 10 millones de pesos en sus cuentas de inversión y ahorro, y pagarés a su favor por 39.1 millones de pesos. 

De igual forma trascendió que el también ex Oficial Mayor de la Secretaría de Educación es propietario de 8 inmuebles ubicados en la Ciudad de México, en el estado de Tamaulipas y en la entidad veracruzana. 

Pero eso no es todo en el 2019, la Fiscalía General de la Republica lo investigó por presunto desvío de 891 millones de pesos de recursos federales. 

Lo curioso es que en escaso un sexenio Deantes Ramos pasó de ser un pequeño comerciante a un personaje acaudalado, riqueza que fue atesorada por el ex secretario del Trabajo en sólo seis años. 

Entre los cargos que tuvo en la administración de Javier Duarte estuvieron Oficial Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV); subsecretario de Finanzas y como secretario del Trabajo, Previsión Social y Productividad. 

En su momento Gabriel fue considerado como uno de los principales operadores financieros y electorales del duartismo. 

La Cuarta Transformación seguramente habrá de saber aprovechar bastante bien esta coyuntura y así poder recuperar una poca de credibilidad ya que el seis de junio es de vital importancia para el dueño de “La Chingada”. 

Por lo que se aprecia Gabriel Deantes Ramos es uno de esos peces gordos, de esa pandilla de nefastos funcionarios que dejaron al estado en las ruinas, situación de la cual, hasta la fecha, el hijo de Atanasio de manera seguida se lloriquea. 

El tamaulipeco continúa enfrentando un escenario jurídico robustamente complicado por lo que no se dude que solo es cuestión de un breve tiempo para que el otrora operador electoral del duartismo engrose la lista de ex funcionarios que habrán de ser los nuevos inquilinos de Pacho Viejo. 

Otro duartista que también ya está casi adentro es Tarek Abdalá Saad y quienes deben estar remojando sus barbas son Juan Manuel del Castillo, Vicente Benítez González, Ricardo Sandoval y otras considerables fichitas más que por ahí circulan tratando de librar pisar la cárcel. 

A la anterior lista se le debe añadir el nombre del ex secretario de Desarrollo Social y también ex vocero del gobierno estatal, Alberto Silva Ramos, vinculado al tema de las empresas fantasma y pariente de Gabrielito. 

El nativo de Macuspana tiene la palabra. 

Claro que sí.