La presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, compareció ante senadores, y dijo que las recomendaciones no se acuerdan ni se negocian, destacó su autonomía, y aseguró que este órgano no trabaja para una minoría, sino para el pueblo, “aunque tengamos que pagar el costo”. Aseveró ante las críticas que “lo que llaman entreguismo o subordinación es compromiso con el pueblo”. La funcionaria, a quien la oposición recibió con pancartas en la que se le cuestionaba la cercanía con el poder, no contestó y se salió por la tangente. La senadora Claudia Anaya le cuestionó: “¿A qué vino, a cumplir con la formalidad, de paseo, o vino a comer cacahuates?”. La opción C es la que mejor define su comparecencia. Lástima.   |  Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.