MARCA Claro

Pulisic se tomó literal eso de dejarse el alma y arriesgar el físico en un partido de matar a morir. El remate del futbolista del Chelsea, en los últimos minutos del primer tiempo, fue suficiente para que Estados Unidos venciera 1-0 a Irán y conseguir el boleto a octavos, en una jugada en la que el de Hershey fue con todo pese al tráfico y aún sabiendo que venía el golpe. Lle costó no volver tras el descanso, pero puso a su equipo en la siguiente ronda, aunque sudaron la gota gorda hasta el último segundo cortesía de una revisión del VAR.

En el partido con la previa más extraña del Mundial, finalmente se pasó al terreno de juego, en el que Estados Unidos era el exigido. Solo le valía ganar ante una Irán que le servía el empate siempre y cuando Gales no ganara. Y así planteó el partido Queiroz, pero como aprendieron otros equipos como México: si sales a buscar el empate, pierdes.

Berhalter no alteró demasiado el once, pero el partido se jugó en campo iraní. Robinson y Dest, laterales nominales, realmente eran extremos y por fuera comenzaron a complicar a Irán. No había mayor claridad hasta que Weston McKennie comenzó a meter pases entre líneas y uno de tantos a las espaldas de la zaga encontró la cabeza del ex Barcelona, que recentró y Pulisic llegó como un tren descarrilado a rematar. No se tentó el corazón pese al encontronazo con el portero.

Pulisic apenas podía caminar y cuando volvió al campo, Estados Unidos festejó el segundo con una definición de crack de Tim Weah, pero el nuevo fuera de juego automático anuló todo. Al menos en la transmisión, no parecía.

Pulisic no volvió tras el descanso y Estados Unidos se fue desdibujando. En el otro frente, Inglaterra marcó dos volviendo del descanso que eliminaba cualquier otra combinación. Irán tenía que marcar o se iba de la Copa.

En base a eso, Berhalter mandó cambios a falta de media hora para amarrar el resultado, cuando el rival realmente no estaba generando peligro. Parece no haber aprendido la lección del empate ante Gales. Cedió de nuevo terreno y llegaron las ocasiones.

Ghoddos perdonó un penalti en movimiento. Par de centros que no encontraron destinatario final y la última, una así en la que Taremi sintió un contacto en el hombro de Carter-Vickers y se dejó caer. Se pararon las acciones unos instantes. Se pararon los corazones de ambos países, pero al final no se pitó penalti. Estados Unidos avanza y se medirá en octavos a Países Bajos.