Manuela V. Carmona/corresponsal en Orizaba y municipios de las Altas Montañas

Orizaba, Ver., 21 de noviembre del 2022.- A pesar de las medidas que se lleven a cabo en el territorio nacional para tratar el tema ambiental, no se logrará un impacto sino se toman acciones también para tratar la descomposición del tejido social, aseguró la investigadora Helena Cotler Ávalos.

Y es que dijo que se considera que la degradación ambiental refleja precisamente la descomposición del tejido social, por lo que de no trabajar con ambas no se van a impactar en gran forma en la protección del medioambiente.

La también integrante del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) detalló que la gestión territorial y la hídrica están íntimamente ligadas.

Agregó que es fundamental entender que las problemáticas que afectan a los cuerpos de agua son indicadores de que algo ocurre en el territorio, agregando que sólo el 17 por ciento de las industrias a nivel nacional cuentan con plantas de tratamiento de aguas, que la agricultura intensiva no regula el uso de fertilizantes y pesticidas, y que la extracción indiscriminada de este recurso rompe el equilibro entre las aguas superficiales y subterráneas.

Aseguró que incluso las presas, que fueron ícono del desarrollo en México en la década de 1970, generan impactos nacionales negativos al retener el agua y modificar su temperatura, por lo que para resolver el problema hídrico en el país es necesario implementar acciones de gobernanza -forma de gobierno basada en el equilibro entre la sociedad civil y el Estado, a fin de lograr un crecimiento económico, social e institucional estable-.

“La mayoría de las veces los distintos niveles de gobierno imponen el desarrollo que desean, y ante ello se precisa de una sociedad participativa que proponga alternativas de crecimiento amigables con el entorno.”