Y para quien seguramente resultaron ser un remanso las declaraciones presidenciales de ayer, nos comentan, fue para el exgobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González. Porque todo parece indicar que no han llegado a los oídos del Presidente las noticias sobre las tormentas que están provocando las deudas que dejó sembradas a su sucesora, por la falta de pago a un montón de proveedores que no saben cómo obtener los pagos por servicios realizados durante la pasada administración. Ayer le preguntaron al Ejecutivo cómo iba el nombramiento como embajador de Joaquín y respondió que se está pidiendo el beneplácito de Canadá, el cual una vez obtenido, detonará que se solicite su aprobación por parte del Senado. ¿Qué dirán voces del servicio exterior y más aún autoridades canadienses de alguien que hace compromisos y luego no cumple?   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.