* Vuelacerca de Yordan Álvarez en la sexta entrada encamina la victoria

MARCA

Los Astros de Houston tenían un problema. Sus aficionados en el Minute Maid Park llegaron al Juego 6 con la esperanza de no alargar más la espera. Dos juegos al hilo con victoria y llegar a casa con la posibilidad de campeonar en caso de cosechar triunfo ya hacía sentir un ambiente fiestero en Houston. A pesar de la emoción que pudo resultar un séptimo y definitivo juego, el ambiente era algo que no se podía desaprovechar.

Una gran labor de pitcheo en el arranque del juego se vio interrumpido en la sexta entrada, en donde Yordan Álvarez se vistió de héroe, y tras terminar produciendo tres carreras, encaminó a su equipo al triunfo final 1-4, para así erigirse como los campeones de la Serie Mundial 2022 de la MLB.

El arranque del duelo lucía promisorio tras ver a los inicialistas de cada escuadra. Zack Wheeler y Framber Valdez eran las cartas fuertes de las novenas, cada uno buscando un objetivo distinto. Si bien ambos lograron colgar argollas en las primeras cinco entradas, los dos sufrieron mucho para ello. El primero en verse sofocado era el pitcher local; después fue Wheeler el maniatado.

Fue entonces cuando llegó el sexto rollo, en donde Valdes se vio sorprendido, tras el vuelacercas de Kyle Schwarber. Los fantasmas del séptimo juego, ante un partido tan cerrado, se empezaban a asomar en Houston.

Sin embargo, la ofensiva de los Astros logró despertar y empezó a trabajar a un ya muy cansado Wheeler, quien con hombres en las esquinas tuvo que dejar el juego. Parecía que la respuesta a la defensiva llegaba con José Alvarado. Grave error.

El relevista entró al montículo, solo para ver cómo Yordan Álvarez se ponía la capa de héroe, y con potente batazo partía el diamante a la mitad. Impulsó a José Altuve, Jeremy Peña y él completó la faena para ponerse a dos de ventaja en la pizarra. El Minute Maid Park explotó en júbilo.

Alvarado regresó a la caseta, no sin antes permitir la llegada de Alex Bregman a base.

Seranthony Domínguez trató de cerrar la cuenta, y logró darle fin a la ofensiva de Houston, no sin antes permitir un hit al izquierdo y la llegada de Alex a home.

El daño estaba hecho. Los Astros jugaron con las emociones. No permitieron reacción alguna de los Phillies, y los aficionados sin duda también aportaron gran parte. Fue cuestión de tiempo para finiquitar el duelo en ocho entradas y media.