La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) tuvo de todo un poco, incluyendo algunos presidentes que sobresalieron no por sus propuestas para la región —o su capacidad discursiva—, sino por sus amplias comitivas y los vehículos con los que arribaron a Palacio Nacional. El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, por ejemplo, venía acompañado con al menos cuatro camionetas de lujo retacadas de escoltas y personal de apoyo; mientras el venezolano Nicolás Maduro quiso manejar en la CDMX y se puso al volante de una cuatro por cuatro, seguido de sus escoltas. En camioneta, pero sin escoltas, arribó el mandatario peruano Pedro Castillo, al igual que el de República Dominicana, Luis Abinader. Otros representantes de naciones como Haití y Panamá recordaron los tiempos del Tsuru de López Obrador, con vehículos austeros. Ahí se ven las diferencias entre la izquierda latinoamericana.   |  Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.