• En 2017 un sujeto la atropelló dejándola entre la vida y la muerte; el hecho sigue impune 

 

  • Durante una de las múltiples cirugías que recibió una bacteria provocó que perdiera la vista

 

  • Egresó de la Universidad Veracruzana y además de ejercer su carrera, se desempeña como maquillista profesional contando con un canal de Youtube

 

  • Su familia y fe en Dios, el pilar que la ayudó a salir adelante y la mantiene firme pese a todo

 

Susana García Parra/Fotos: Cortesía

Xalapa, Ver., 26 de julio de 2021.- La vida es un juego en el que algunas veces se gana y otras se pierde, y eso lo tiene muy claro Xóchitl Romero Muro, joven que a sus 24 años ha sufrido en carne propia el dolor de decenas de fracturas, quemaduras y la pérdida de la vista, pero que sigue celebrando su existencia.

Xo, como es conocida por sus familiares y amigos, contó en exclusiva para Golpe Político, cómo es que un accidente automovilístico cambió su vida, sin embargo, pese a la adversidad, logró salir adelante y el pasado 14 de julio pudo titularse como Licenciada en Educación Física.

“¡Concluí mi carrera! Saqué 10 en mi tesis. Comencé en el 2015 y en el 2017 me atropellaron, regresando en silla de ruedas y ciega pensé ¿Cómo podré dar clases así? Fue un reto, pero hoy puedo decir soy licenciada en educación física”.

Fue esa publicación la que hizo que Xo se hiciera conocida en redes sociales, donde cientos de conocidos y desconocidos admiraron su valor y sus ganas de salir adelante.

Antes de su accidente, la joven veracruzana amaba los deportes y siempre se mantuvo activa físicamente. Desde los 5 años practicaba voleibol, basquetbol, handball y rugby, disciplinas en las que incluso representó a la entidad en diversas justas deportivas.

La tragedia que cambió su vida

En 2015 ingresó a la Universidad Veracruzana (UV) a su carrera soñada: Educación Física, la cual combinaba con su trabajo como maestra de clases deportivas a niños con discapacidad, clases de zumba y deportes en general. Dos años después su vida no volvió a ser la misma.

Luego de trabajar quiso salir de antro con sus amigos y acudió a un centro de entretenimiento nocturno popular de Veracruz, sin embargo, apenas 45 minutos después, ocurrió el percance que le cambió la vida.

“Saliendo el chavo me impacta con su camioneta, pero no solo eso, se regresó a rematarme y mi cabello se enredó en la parte de atrás de la unidad, me arrastró más de 10 metros, yo quedé tirada frente a la Fiscalía de la avenida Ruiz Cortines en Veracruz”, recordó.

La pelvis se le rompió en dos, tuvo fractura expuesta de fémur izquierdo, se le zafó el tobillo y por el arrastre que tuvo quedó con laceraciones y quemaduras de segundo y tercer grado, además perdió la dentadura y el cabello.

El muchacho que la atropelló, Javier Chávez, huyó de Veracruz con su familia, “el caso está archivado sin que hasta el momento haya justicia”.

Un duro camino hacia la recuperación

Estuvo internada durante varios meses en los que fue sometida a numerosas cirugías que lograron “reconstruirla” por dentro, pero una de las operaciones no salió bien y se le metió una bacteria al cuerpo, lo que generó que perdiera totalmente la vista justo un mes después del accidente.

En ese momento, sintió que su vida estaba terminada, “un año yo lloraba mucho, no quería ni vivir, yo no sabía por qué estaba viva si me iba a quedar ciega y en silla de ruedas o sin caminar bien, pero pues poco a poco salí adelante”.

El apoyo de su familia, de amigos y su encomienda a Dios, hizo que lograra reponerse poco a poco y fuera superando los problemas que le generó el accidente.

Tuvo que volver a aprender a caminar e incluso a sentarse, lo cual logró gracias a terapias muy fuertes a las que se sometió. Incluso sus médicos estaban sorprendidos por su determinación, “me decían que iba a tardar un año en caminar, pero yo lo hice en 3 meses”.

Retomando su sueño

Posteriormente salió del hospital y volvió a la universidad, donde, para su fortuna, recibió mucho apoyo incondicional.

“Yo regresé a Educación Física en silla de ruedas y ahí fue donde volví a reeducarme en mi carrera, toda la universidad se tuvo que adaptar a mis necesidades (…) Yo siempre he amado mi vocación, he amado lo que hago, lo que soy cuando doy clases que me siento libre y de verdad adoro enseñar, eso me ayudó mucho a salir adelante”, dijo.

Y así fue como, gracias a su constancia y dedicación, logró sacar su tesis “Beneficios de antecedentes deportivos de un joven adulto ante un accidente traumatológico”, donde concluyó que su amor por el deporte la salvó.

Actualmente, Xo se considera educadora de vida, ya que además decidió regresar a dar clases a los pequeños con discapacidad y a niños de otras escuelas de quienes ha recibido apoyo incondicional.

Brillando con luz propia

También decidió emprender como “youtuber” y se convirtió en beauty blogger y consejera de sus suscriptores, muchos de ellos, con discapacidades similares a la suya.

“Yo era maquillista y cuando me pasa esto me tuve que adaptar hasta a maquillarme sin vista y ahora en eso se basa mi canal de YouTube, soy una beauty blogger y me maquillo yo, la verdad me adapté (…) también tengo videos de cómo crear outfits sin vista y cuento con tutoriales para personas con discapacidad visual”, dijo.

Xo recuerda que antes de su accidente sus amigos las describían como extrovertida, feliz, positiva y sobre todo aferrada, esas características le dieron valor para salir adelante. El apoyo de sus padres también la impulsó a retomar su vida cotidiana.

Sus padres, fuente de su fortaleza

“Merito especial se merecen mis padres. Yo soy hija única y mi madre, Xóchitl Muro, quien es comerciante decidió dedicarse de lleno a sus ventas, mientras que mi padre, Roberto Romero dejó su trabajo para cuidarme, me han apoyado muchísimo”, expresó.

Afirma que su experiencia le ha dejado en claro que no hay que ponerse límites nunca y tratar de salir adelante pese a la adversidad.

Y es que, aunque antes se lamentaba por lo sufrido, ahora no se queja porque a pesar de que llegó casi muerta al hospital, aún tiene vida y es su deber vivirla a máximo.

Reconoció que muchos jóvenes no tienen aspiraciones o se pasan la vida de antro o en vicios, sin embargo, a ellos les recomienda comenzar a construir su futuro, porque nadie sabe si el día de mañana la vida les podrá cambiar.

“Yo jamás pensé que a mis 20 años podría morir o podría quedar, así como estoy ahora y siento que no aproveché muchas cosas (…) Mientras obres bien, te va a ir bien”

Finalmente, invitó a la población a seguirla en sus redes sociales para que conozcan su historia, aprendan a maquillarse o simplemente apoyen el talento veracruzano, mediante sus cuentas de YouTube donde se encuentra como Xo Romero y en Twitter e Instagram como xochitlromeromuro.