El zafarrancho a las puertas de la SCJN no debió ocurrir. Esta vez, casi de milagro, el asunto no pasó a mayores, pero son precisamente ese tipo de confrontaciones las que conducen a derramamiento de sangre.

¿Por qué se permitió que dos grupos antagónicos chocaran? ¿No hubo manera de impedirlo? Un grupo afín a Morena ha estado ahí varios días presionando a los ministros, comenzando por Norma Piña, y otro contingente llegó supuestamente a defender al máximo tribunal del país.

Lo dijeron de manera abierta y se movieron hasta chocar a la vista de todos. Hay pelotones de policías entrenados en el manejo de multitudes para evitar un acercamiento tan peligroso.

A nadie conviene un estallido de violencia, ¿o sí? Las precauciones esta vez fueron insuficientes y fallidas.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.