A los fiscales que llevan el caso contra García Luna en Nueva York se les apareció el diablo en el mismísimo estrado de los testigos.

Una vez que soltó la lengua quedó claro que la naturaleza de su trabajo es la confusión. El ex fiscal de Nayarit, Edgar Veytia, desplegó ante el atónito jurado las atrocidades que ha cometido a lo largo de su vida.

Lo suyo es matar y mentir. Él mismo hizo alarde de lo bajo que puede llegar un demonio que anda suelto.

Si los fiscales norteamericanos querían un testimonio concluyente, se les cebó. A la acusación de Veytia en contra del ex presidente Felipe Calderón le faltó lógica y le sobró cinismo. Es un disparate. Lo dijo porque le ordenaron que lo hiciera.

Es la palabra de un delincuente que trató de manchar, sin lograrlo, la reputación de un presidente que hizo un buen trabajo.

Mostrar simpatía por el diablo Veytia tendrá un alto costo político para sus devotos de aquí y de allá.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.