Donde las autoridades están dando la mejor señal de que no se pueden poner de acuerdo ni siquiera en algo tan indispensable como es la seguridad pública es en Morelos, entidad gobernada por Cuauhtémoc Blanco. Y es que resulta que el mandatario decidió escalar sus diferencias —en el tema de la lucha contra el crimen— con el presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui. Y todo porque el ayuntamiento rechazó sumarse a la estrategia del llamado “mando coordinado” por considerar que su propia estrategia ha dado resultados. Ayer, nos cuentan, el exfutbolista quiso saltarse al edil y achacarle lo que en la capital del estado pueda pasar. De la patada las cosas, nos comentan.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.