* Aunque gozó de una exitosa carrera en el cine de ficheras junto a estrellas como Alfonso Zayas, los excesos fueron parte de su vida tras bambalinas
HERALDO DE MÉXICO
El cine mexicano gozó de una época con gran éxito logrando impulsar la popularidad de actores y actrices con nuevos géneros como el llamado de ficheras, pero el costo de la fama para algunos de ellos fue grande y los llevó a desatar desafortunadas historias relacionadas con infidelidades, violencia y excesos con las que permanecen en la memoria del público, como la de Roberto «El Flaco» Guzmán cuyos problemas con el alcohol nadie notó en la pantalla.
Originario de Saltillo, Coahuila, el actor comenzó su carrera con pequeños papeles como bailarín en cintas como “La locura del rock and Roll”, pero su talento le abrió las puertas a proyectos que le dieron mayor proyección con el público y lo catapultaron directo al éxito durante los 70 y 80. Esto último logró abrumar a celebridades de la época que en contaron en el alcohol un escape y refugio para alejarse del monstruo en el que se convertía su fama.
Así lo reveló el actor Manuel “Flaco” Ibáñez en entrevista con Yordi Rosado al relatar los oscuros momentos de Roberto Guzmán fuera de los escenarios, pues recordó que su compañero de escena bebía desde que comenzaba su llamado a las 07:00 de la mañana y no se detenía hasta la una de la tarde, por lo que sólo era contratado en estas horas ya que después no se entendía lo que decía. Razón por la que su alcoholismo nunca fue notado por el público.
Excesos en el cine de ficheras
“Era un recreo, no era trabajo. Eramos un grupo que todos nos llevábamos bien”, dijo Ibáñez al ser cuestionado sobre su experiencia al trabajar en la también llamada comedia erótica mexicana donde imperaban los excesos, el consumo de drogas y traiciones tras bambalinas. Gusto que compartían gran parte de los actores, sobre todo aquel al que pertenecía Roberto «El Flaco» Guzmán y que motivó el consumo de bebidas alcohólicas tanto fuera de la ficción con en las filmaciones con el resto del equipo.
El alcoholismo suele ser un común denominador en las estrellas de cine, teatro y televisión tanto en México como en Hollywood y así lo dejó ver Manuel Ibáñez al relatar que bebía durante filmaciones y en plenas funciones junto a compañeros de escena como la «la palomilla» de cómicos -como se hacían llamar- entre quienes estaban Guzmán, Pedro Weber “Chatanuga”, Alfredo “El Pelón” Solares, Guillermo Rivas “El Borras”, Alfonso Zayas y Rafael Inclán.
Trayectoria de Roberto “El Flaco�� Guzmán
Hermano de la actriz Magda Guzmán y Jesús Guzmán el talento en la industria ha pasado de generación en generación ya que sus sobrinas, la actriz Magda Karina y la directora Karina Duprez, también triunfaron en el espectáculo. Tal y como él lo hizo al debutar con pequeños papeles que pronto le ganaron un lugar en el cine y teatro en compañías como La Comedia y Fábregas.
Durante su carrera participó en cerca de 200 filmes donde compartió créditos con Eduardo de la Peña «Lalo el Mimo”, Guillermo Rivas, Sergio Ramos «El Comanche”, Luis de Alba y los ya mencionados actores compañeros de aventuras. Además de actrices entre las que destacan Carme Salinas, Sasha Montenegro, Isela Vega y Lina Santos que dejaron huella en el cine mexicano.
La pantalla chica también fue testigo de su inmenso talento y permanece en el corazón del público por telenovelas como “María Mercedes” con el papel de El Jarocho y “Rosalinda”, en ambas junto a la cantante Thalía. Además de “Ramona” en la que estuvo al lado de Kate del Castillo.
Roberto «El Flaco» Guzmán falleció en agosto de 2002 en un hospital de la Ciudad de México por un derrame cerebral y sus restos descansan en el Mausoleo del Ángel. Es recordado también por “Tráiganlos vivos o muertos”, “El profeta Mimí”, “Mi amorcito de Suecia” y “Lágrimas de mi barrio”.
