Los tres partidos de oposición, cuya alianza sigue tambaleante, deben sentarse a discutir, con cabeza fría, si continuarán en el mismo proyecto. Si juntos deben fraguar una estrategia para convencer al electorado en los meses que faltan para 2024, separados, esa misión es más que imposible, tomando en cuenta los augurios de que, al menos, dos de tres perderían el registro. De este tamaño los momios. Por ello es de interés que Alejandro Moreno, líder del PRI, haya aceptado que es un reto evitar la ruptura de la alianza Va Por México, y pugna por mantener los acuerdos. El horno no está para berrinches. Si quieren ser competitivos no decidan con el hígado. Comenta «Frented Políticos» de Excélsior
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