* Policías lanzaron bombas de gas en las inmediaciones del Juan Carmelo Zerillo

MARCA

Nuevamente el fútbol argentino ha dado de qué hablar en temas extra cancha y de violencia, pues este jueves durante el compromiso entre Gimnasia y Boca Juniors en el Estadio Juan Carmelo Zerillo se presentaron problemas a las afueras del inmueble que afectaron el rumbo del partido, que tuvo que ser suspendido por falta de garantías.

El caos se hizo presente en los primeros minutos del partido de la jornada 23 del campeonato argentino, esto luego de que policías y aficionados del equipo local se dieron con todo en una batalla campal. La autoridad lanzó bombas de gas, mismas que afectaron hasta el terreno de juego.

El silbante Hernán Mastrangelo se percató de la situación y decidió suspender el encuentro en La Plata, pues por faltas de garantías en cuestión a la seguridad de todos los presentes el juego no se podía llevar a cabo.

Afectados por el gas, el conjunto visitante tuvo que abandonar el terreno de juego, algunos lo hicieron tapándose el rostro para no ser afectados por el gas.

La tensión incrementó en el Juan Carmelo Zerillo y la afición presente en las gradas empezó a ser afectada por los gases lanzados por parte de la policía, ahí intervinieron algunos jugadores para ayudar a las personas, entre ellos Brahian Alemán. La propia Liga anunció la suspensión del compromiso.

Otra vez el fútbol argentino ha tenido un capítulo gris de violencia en sus estadios, por lo que nuevamente un partido tuvo que ser suspendido por enfrentamientos en las inmediaciones del estadio.