Dicen las lenguas de doble filo que doña Leticia López Landero lucía tranquila y a ratos hasta sonriente, en el homenaje a los policías caídos en cumplimiento de su deber en Córdoba y que su estrategia es culpar al Gobierno de Veracruz de su fracasada estrategia de combatir a la delincuencia. ¿A poco en la administración estatal la obligaron a rehabilitar chatarra para usarse como cámaras de videovigilancia y engañar que eran blindadas? La alcaldesa debe responder por sus actos.