Ya es claro para todos que la jerarquía católica mexicana tomó la decisión de ser un protagonista más de la elección 2024. Después de cinco años en la sombra, atestiguando el crecimiento de las iglesias cristianas y sus pastores, consentidos de Palacio Nacional, los obispos se harán sentir durante la campaña.

Las negociaciones con jefes del crimen organizado, la defensa de los niños y jóvenes para blindarlos del clima de violencia, los llamados a la oración permanente, muestran su activismo.

Tienen múltiples formas para hacerse escuchar, desde sus propios medios, los sermones en los servicios religiosos y las entrevistas con los medios, práctica para la que muchos de ellos han recibido capacitación de profesionales.

Las candidatas presidenciales ya tomaron nota y no es gratuito que se hayan mostrado particularmente amables con los obispos, sobre todo después de la visita de las dos, por diferencia de horas, al Vaticano. |

 Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.