Ayer, el gobierno de Ecuador anunció que militares de Estados Unidos podrán realizar operaciones en su territorio para enfrentar actividades ilegales como el narcotráfico y la trata de personas. Los acuerdos, suscritos por ambos Ejecutivos, deberán aún ser sometidos a la aprobación de la Corte Constitucional de aquella nación. Con este telón de fondo, mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador recibirá en Palacio Nacional al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y al fiscal general, Merrick Garland, para realizar una reunión bilateral en la que tratarán temas como migración, seguridad y narcotráfico. El mandatario dijo que no participará en el diálogo de alto nivel que realizarán los equipos de ambos países, pues sólo les dará la bienvenida. La visita se da en un ambiente que arde por las elecciones en Estados Unidos y la intención de algunos congresistas de ese país de hacer leyes para permitir que tropas estadounidenses operen en territorio mexicano en contra de los cárteles del crimen organizado, escenario que ha sido rechazado enfáticamente por el presidente López Obrador. El tema de las tropas, nos dicen, no es parte de la agenda del diálogo, sin embargo, nos hacen ver que siempre es bueno estar enterados de lo que Estados Unidos espera de los gobiernos a los que llama socios y amigos. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.