Y fue Lilly Téllez la que se bajó del carro en el que la alianza PRI-PAN-PRD tiene previsto correr para llegar a la Presidencia en el 2024. El suyo fue un descenso que dio una buena sacudida a los dueños del vehículo, porque resulta que la legisladora dejó a bordo una larga lista de fallas que amenazan con desvielar el coche. “No podemos combatir la ilegalidad violando la ley. No podemos oponernos al clientelismo gubernamental echando mano del clientelismo partidista o corporativo, y no vamos a contener a la nueva oligarquía morenista de la mano de los oligarcas del viejo régimen”, recetó. Y no sólo eso, también dijo: “A dos meses de definir al ganador, no hay árbitro, lineamientos técnicos, ni procedimientos delimitados. Ante estas circunstancias, ya he decidido que no participaré”. El fin no justifica los medios”. Y se marchó, como dice la canción, pero en el carro dejó una bomba con la mecha encendida. Uf.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.