Los esfuerzos para reposicionar al puerto de Acapulco como un lugar seguro para vacacionar se topan una y otra vez con la cruel realidad.

En las inmediaciones de la Quebrada, un sitio tradicional de turismo familiar, se encontró el cuerpo sin vida del señor Apolonio Ramírez, que resultó ser padre de Santos Ramírez, secretario de Turismo de Guerrero.

Parte toral de la chamba de Santos es presentar a Guerrero y sus destinos como sitios, además de bellos, con garantías para los visitantes, pero de un plumazo la realidad lo dejó sin argumentos.

Es una verdadera pena para la familia Ramírez y para el estado. La gobernadora Evelyn Salgado ya externó sus condolencias, ahora la exigencia es que no haya impunidad en este caso que golpea a la comunidad turística de la entidad.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.