La buena noticia, nos comentan, es que ayer apareció Yesenia Guadalupe Durazo, la mujer buscadora que había sido secuestrada el pasado domingo. La mala, es que los colectivos tuvieron que apelar a la buena voluntad de los cárteles que operan en Sonora, para que devolvieran a Yesenia con vida. Las buscadoras hicieron pública una carta dirigida a los grupos delictivos, porque, dijeron, “son ustedes quienes tienen el verdadero control y poder sobre los distintos territoritos”. En otras palabras, los colectivos le apostaron a la buena voluntad de los que mandan en Sonora, que tristemente, dijeron, no son las autoridades. Yesenia volvió sólo con algunos golpes y qué bueno. ¿Qué tanto influyó la súplica pública de las rastreadoras para que la soltaran? Difícilmente se sabrá. Si fue así, los que mandan no lo dirán. Y las autoridades… menos. Uf.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.