Ahora sí que el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, se comportó como aquel que grita ¡al ladrón, al ladrón!, señalando para otro lado, para escurrir el bulto. Al menos así fue como muchos interpretaron la declaración del mandatario al decir “vayan a tocarle la puerta al fiscal”, cuando le preguntaron por el asesinato del hermano de una diputada local ocurrido en Xochitepec. Y sí, el fiscal debe esclarecer el crimen, pero el gobernador tiene la obligación de prevenir la comisión de delitos, nos comentan. Y no ha cumplido, pues de haberlo hecho, tres jóvenes no hubieran sido ejecutados el pasado sábado en el municipio de Huitzilac y la incidencia delictiva no presentaría esa alza acelerada que trae. La expresión de Blanco también hizo a muchos recordar cómo la fama le alcanzó para ganar una elección, pero hasta ahora no para bajar la incidencia delictiva. ¡Uf!  |   Se lee en “Rozones” de La Razón.