Hay un color en los institutos políticos mexicanos que ha perdido vigor, el amarillo. El sol azteca, bajo la dirección de Jesús Zambrano, se ha vuelto comparsa, esperanzado en una alianza que, por momentos, amenaza con romperse. Un partido desfondado del que difícilmente se observan perfiles con capital suficiente para imaginarlos en una elección presidencial. Zambrano anunció la reactivación de la estructura del PRD en Chihuahua, y ahí mencionaron que tanto Marcelo Ebrard como Maru Campos pudieran unirse a sus filas para vencer a Morena en el 2024. ¿Lo ven? Apoyarse en Maru, del PAN, y en el canciller Ebrard, confiando que regresaría al perredismo, es a lo que más aspira Zambrano. ¿Y los de casa?   |  Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.