* Los universitarios requieren ganar sus dos partidos y esperar resultados
MARCA
Los Pumas de la UNAM aún tienen vida en el Apertura 2022, pero necesitan de un verdadero milagro para meterse a la reclasificación.
El equipo de Andrés Lillini está en franca agonía, al marchar en el lugar 16 de la tabla general con 14 puntos, cifra que lo tiene en terapia intensiva y casi desahuciado.
La buena noticia para los del Pedregal es que, a diferencia del resto de los clubes, aún tienen dos partidos por delante por el juego pendiente contra el Puebla de la jornada 7, mismo que sostendrán el próximo viernes y que tienen prohibido perder. De lo contrario, sus pocas posibilidades terminarán por quedar enterradas antes de llegar a la fecha 16.
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El panorama luce negro para Pumas, mas no imposible, para evitar el que ya se cocina como un rotundo fracaso.
Racha sin ganar
Un factor importante que da fe del mal torneo de los universitarios está en la racha de 9 partidos sin ganar que hilvanaron en el Apertura 2022.
Y es que, desde que derrotaron al Necaxa en la jornada 3 (1-0 en CU), los Pumas ligaron 9 encuentros sin victoria hasta que recibieron al Querétaro en la jornada 13, derrotándolo 4-1 en el Olímpico 68.
Sí, los felinos apenas suman 2 triunfos en el campeonato, además de 8 empates y 5 derrotas, con 19 goles a favor por 26 en contra, números que los tienen en la lona y al borde del precipicio.
De hecho, desde que debutó Dani Alves en el equipo, en la jornada 5 frente a Mazatlán (1-1), el exjugador del Barcelona, tardó varias semanas para poder gozar de las mieles del triunfo (apenas ha ganado un juego como auriazul), justo en ese duelo ante el Querétaro.
En dos juegos van por todo
En los dos partidos que le quedan, Pumas necesita ganar y esperar una combinación favorable de resultados para meterse a la repesca. Puebla y FC Juárez son los dos rivales con los que se jugará la vida, ambos partidos fuera de la Ciudad Universitaria, donde ha conseguido los dos únicos triunfos que tiene en el Apertura 2022.
La situación está clara. Si pierde uno de los dos partidos está eliminado. Si pierde ambos juegos, obviamente también, así como si empata los dos está fuera.
Si gana uno y empata el otro, avanzaría solamente si derrota a los Bravos de Juárez, pierden Mazatlán y Tijuana, además de que necesitaría de un empate o un tropiezo de Atlético de San Luis o Necaxa.
Si gana los dos partidos también necesitan de combinaciones, pues necesitaría que Atlético de San Luis, Puebla y Necaxa no ganen en la última jornada, pues un triunfo de éstos les imposibilitaría darles alcance.
