Nos comentan que el muy lamentable asesinato de la madre buscadora Rosario Lilián Rodríguez nulificó de un plumazo el recurrente discurso del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, sobre la seguridad y el respeto a los derechos humanos. Rosario fue ejecutada cuando se conmemoraba el Día Internacional de la Víctimas de Desaparición Forzada. Una cruel ironía que fue posible porque la también activista no contaba con protección, a pesar de que ya había recibido amenazas. El hecho de que unas horas antes la víctima se haya reunido con el gobernador no desanimó a los agresores, quienes la cazaron al salir de una misa para pedir por la aparición de su hijo. El crimen ocurrido en Sinaloa es una tragedia nacional, pues puso en evidencia la vulnerabilidad en que se encuentran quienes se han dedicado a buscar a sus familiares por su cuenta, ante la inacción del Estado.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.