Manuela V. Carmona/corresponsal en Orizaba y municipios de las Altas Montañas

Orizaba, Ver., 21 de agosto del 2022.- A pesar de lo proyectado para este año, el Banco de Alimentos de las Altas Montañas no ha podido crecer en la entrega de despensas para familias que necesitan de esta ayuda alimentaria y es principalmente en consecuencia de la inflación que se registra, lamentó el presidente del Consejo de la Mesa Directiva de esta organización Rodolfo Cordera Perdomo.

En entrevista explicó que el Banco de Alimentos venía creciendo casi un 40 por ciento por año y para este 2022 se tenía presupuestado subir otro 25 por ciento, sin embargo debido a la crisis financiera a ocho meses no han logrado incrementar ni un solo beneficiario y por el contrario, cada vez es más difícil cubrir las necesidades de los que ya están incorporados al programa.

“Debido a la crisis no hemos podido crecer ni una despensa adicional, estamos dando las mismas despensas que estábamos dando el primero de enero de este año”.

Detalló que actualmente otorgan mil 700 despensas que beneficia a una población de siete mil personas y cada apoyo se entrega 14 días esto principalmente con el apoyo de la iniciativa privada así como de algunos particulares que dan donativos desde los mil, 500 y 100 pesos mensuales.

Ante esta panorama, dijo que este año no pueden hablar de un crecimiento por lo que esperan cerrar el 2022 sin un crecimiento en su padrón; “yo creo que todo este año, nos la vamos a llevar así, tenemos que buscar de alguna manera obtener más donaciones y más recursos para poder atender a las familias. Hemos buscado a varios presidentes para que nos apoyen, nos dicen que sí, pero no cuándo”.

Expuso que la crisis también los ha alcanzado, al grado de aportar hasta 100 mil pesos para completar las despensas que se dan cada 14 días pues se deben comprar productos nutrimentales como son granos, proteínas, frutas, legumbres, pero muchas veces el presupuesto que tienen no alcanza y terminan poniendo cerca de los 100 mil pesos.

“Todo ha subido mucho y nos está pegando todo, nos ha subido de precio desde las refacciones de los vehículos, la papelería y otros utensilios de limpieza, hasta la compra de alimentos que nosotros hacemos para completar la despensa”.

Para finalizar recordó que el Inegi reveló que el 22 por ciento de la población padece de hambre y señaló que en Córdoba hay 200 mil habitantes, por lo que el 20 por ciento corresponde a 40 mil pobladores y el Banco de Alimentos sólo apoya a unas 7 mil personas, y eso sin contar a los municipios de Orizaba, Fortín, Zongolica, Rafael Delgado y Amatlán, “la necesidad es muy grande”.