Como suele ocurrir en las tragedias, no hay voces oficiales que respondan todos los cuestionamientos sobre la mina de Sabinas, Coahuila, donde 10 mineros y sus familias están a la espera de un milagro.

La información sobre las condiciones de operación de las minas, la supervisión oficial, si es que alguna vez la hubo, y claro el modelo de negocios anclado a la CFE que es el único cliente de todos; la información, decíamos, es escasa y dispersa.

¿No quieren dar la información o simplemente no existe? Una pieza periodística publicada ayer en estas páginas revela que, dentro de la estructura de la Secretaría de Economía, la unidad encargada de otorgar permisos, promover la actividad minera, regularla, está descabezada.

Es otra víctima de la austeridad a raja tabla para fondear los proyectos consentidos del gobierno. El resultado es que hay información a retazos y nadie se hace cargo.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.