Ante los graves escenarios de desigualdad social, organismos como la ONU han procurado desarrollar un papel activo en la lucha por crear y ofrecer mejores perspectivas de vida para los habitantes del planeta, especialmente, para los de los países en vías de desarrollo.

Las desigualdades de género y el acceso limitado al crédito, a la atención médica y acceso a medicamentos, así como la falta de acceso oportuno a la educación, han planteado diversos retos a las mujeres rurales. Asimismo, la crisis económica y alimentaria mundial y el cambio climático sólo han agravado la situación.

Alrededor de 925 millones de personas pasan hambre cada día. En muchos lugares del mundo, la tradición dicta que las mujeres ingieran los alimentos al final y solo después de que lo hayan hecho los miembros masculinos y los niños de la familia.

Este escenario contrasta grandemente con el hecho de que las mujeres también contribuyen decisivamente a la economía y representan una gran parte de la mano de obra agrícola en todo el mundo.

La FAO estima que si las mujeres del campo (el 43 por ciento de la mano de obra agrícola en los países en desarrollo) tuviesen el mismo acceso que los hombres a recursos agrícolas, se podría aumentar la producción en las granjas de mujeres de países en desarrollo al menos de un 20 por ciento a 30 por ciento y reducir potencialmente la cantidad de personas que sufren hambre en el mundo entre 100 y 150 millones de personas.

Empoderar a las mujeres rurales es crucial para poner fin al hambre y la pobreza. Al negar derechos y oportunidades a las mujeres, negamos a sus hijos y sociedades a las que pertenecen, la posibilidad de disfrutar de un futuro mejor.

Por ello, las Naciones Unidas trabajan en un programa para empoderar a las mujeres rurales y mejorar la seguridad alimentaria

La FAO, y ONU Mujeres trabajan en un programa conjunto para empoderar a las mujeres rurales pobres mediante su integración económica e iniciativas de seguridad alimentaria. Éste hace hincapié en cómo el empoderamiento económico de las mujeres rurales contribuirá a sacarlas de la pobreza y reforzará la seguridad alimentaria. Si se les ofrece recursos de manera equitativa, las mujeres pueden hacer mucho más.

En Veracruz hemos avanzado, sin duda. El 29 de noviembre de 2018, el Ejecutivo Estatal publicó en la Gaceta Oficial del Estado la LEY PARA EL DESARROLLO, EQUIDAD Y EMPODERAMIENTO DE LA MUJER RURAL VERACRUZANA, la cual tiene por objeto mejorar la calidad de vida de las mujeres rurales, promover y garantizar sus derechos económicos, sociales, políticos y culturales, así como consagrar medidas específicas encaminadas a acelerar la equidad entre el hombre y la mujer rural. Esto constituye un importante avance respecto a muchos otros lugares no solo de nuestro país, sino del mundo entero.

Sin embargo, es necesario orientar las acciones de gobierno hacia la construcción de la sustentabilidad, con base en el reconocimiento de las diferencias de género. Las mujeres deben integrarse en distintas plataformas centrales del desarrollo como participantes proactivas en la planificación, implementación, seguimiento y evaluación en políticas gubernamentales.

Posdata.

1.- SEDARPA y su titular, Evaristo Ovando Ramírez invitan al público en general a la Cumbre Latinoamericana del Café, del 12 al 14 de noviembre, donde habrá, en su 10ma Edición, Exposiciones, Conferencias, Talleres, Encuentros de Negocios, Catas y Venta de Productos, todo en las instalaciones del WTC de Boca del Río, Veracruz, si puede, asista a este importante evento.

2.- Interesante propuesta la que lleva a cabo la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado de Puebla, la cual promueve el evento “El Buen Fin del Campo Poblano”, la cual, por medio de eventos demostrativos, exposición y venta de productos elaborados por pequeños productores y realizado de manera simultánea en 10 municipios de esa entidad, apoya decididamente la reactivación de la economía del medio rural poblano. Bien por la Secretaria del Ramo, Ana Laura Altamirano Pérez.