Muy vehemente, por decir lo menos, fue la negativa del Instituto Nacional Electoral, que encabeza el consejero Lorenzo Córdova, a la solicitud que le hizo la Secretaría de Gobernación para que el primero le entregue los datos personales de todos los ciudadanos integrados en la lista nominal de electores, que incluye datos biométricos. Córdova apeló a la imposibilidad legal de hacerlo, y otros consejeros, como Ciro Murayama señalaron que cada uno de los 89.9 millones de ciudadanos tendría que dar su autorización expresa para poder transferir sus respectivos datos. El Gobierno quiere crear una cédula única de identidad y para ello recurre al apoyo del INE, aunque el momento en que lo hace, se dice, no es el mejor pues hay una persistente desconfianza por parte del órgano electoral hacia el Ejecutivo por una serie de hechos que comenzaron con un recorte presupuestal que no fue acordado. A ver hasta dónde llegan…..Se lee en Rozones de La Razón.