“Canadá no está en venta”, revira Carney a Trump
LA RAZÓN DE MÉXICO
* “Algunos lugares nunca están a la venta. Canadá es uno de ellos, y nunca estará a la venta” : Mark Carney, Primer Ministro canadiense
Ciudad de México, 07 de mayo de 2025.- El encuentro entre Mark Carney, el nuevo primer ministro de Canadá, y el presidente estadounidense Donald Trump, se alejó de lo habitual en los protocolos diplomáticos. El joven líder canadiense se encontró cara a cara con un presidente que, desde hacía meses, había sugerido la posibilidad de que Canadá se convirtiera en el estado número 51 de Estados Unidos, y el tono de la reunión fue tan inusual como provocador.
Desde el inicio, la cita estuvo marcada por una pregunta incómoda de un periodista, quien interrogó a Trump sobre las opiniones de la gente respecto a su propuesta. El mandatario, sin pensarlo mucho, reiteró su interés y describió la frontera entre ambos países como una simple línea arbitraria. La intervención de Carney fue inmediata y clara: “Algunos lugares nunca están a la venta. Canadá es uno de ellos, y nunca estará a la venta”, expresó con firmeza. Ante la respuesta, Trump encogió los hombros y arqueó las cejas, dejando entrever una respuesta desafiante: “Nunca digas nunca”. Carney, sin titubear, repitió enfáticamente: “Nunca, nunca, nunca”.
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Este intercambio ofreció una perspectiva de cómo las reuniones en el Despacho Oval han evolucionado bajo la presidencia de Trump, que las ha transformado en eventos impredecibles, llenos de comentarios sorpresivos y dinámicas que descolocan a los diplomáticos internacionales acostumbrados a una diplomacia más comedida. La misma dinámica se reflejó en encuentros con otros líderes, quienes, al igual que Carney, tuvieron que equilibrar cortesía y confrontación para manejar la impredecibilidad del magnate.
Para muchos observadores, como el exembajador de Irlanda, Daniel Mulhall, el comportamiento errático del líder estadounidense ha representado una desviación notable de las normas diplomáticas. Sin embargo, Carney logró ganarse la simpatía de él, quien al final de la reunión expresó: “Me cae bien este tipo”.
Lo que antes eran encuentros formales, ahora son episodios de un “reality show” de política exterior, donde el presidente Trump se presenta como el centro de atención, cuestionando abiertamente las políticas de los países visitantes y con comentarios fuera de lugar, incluso en temas delicados como el conflicto en Yemen o los proyectos de infraestructura en California.
Este tipo de encuentros, lejos de ser rutinarios, están obligando a los líderes internacionales a adaptarse rápidamente, a veces desviándose de temas incómodos, como lo hizo el rey Abdullah II de Jordania, quien evitó confrontar la propuesta de Donald Trump sobre Gaza, sólo para condenarla después en redes sociales. Otros, como el presidente francés Emmanuel Macron, no dudaron en corregir suavemente al presidente estadounidense, lo que demuestra que a veces el camino para lidiar con Trump es un ejercicio de estrategia y agudeza.
