El misógino Juan Pablo Becerra Hernández

Si algo ha caracterizado la atolondrada e incongruente carrera política de Juan Pablo Becerra Hernández es su rechazo o prejuicios hacia las mujeres.

Para muestra un botón: en Altotonga correspondía a Morena postular a una mujer, y quienes se perfilaban para obtener la postulación eran Mérida Villa o Santa Santillán. Sin embargo, eso no le importó a este sujeto, quien, con tal de obtener la candidatura, pisotea a quien se le ponga enfrente.

Incluso, en las pasadas elecciones, justo cuando el pueblo lo rechazó en las urnas, Juanito no aceptó el resultado y violentó a mujeres del OPLE. A una le tiró un teléfono, las amenazó e incluso las secuestró en las oficinas del organismo, porque Pablito quería su constancia de triunfo.

Hoy, nuevamente logra la candidatura, pero la bola de nieve comienza a crecer al rechazar su aspiración a la alcaldía y la sombra de la derrota se vislumbra. Bien sentencia el refranero: «quien siembra vientos, cosecha tempestades».

Además, el peor enemigo de Juan Pablo es él, así de simple y triste es la historia de este individuo que ya se ve despachando en palacio municipal sin pasar por el rigor de las urnas. Luego continuamos…