Aunque el júnior ambicioso que dirige el PRI eche las campanas al vuelo, el «Fofo» Ramírez Arana sabe que ganarán muy poquitas alcaldías. Ni modo, él fue en gran medida quien provocó que nadie le crea. Miren que beneficiar a su esposa con una diputación plurinominal, eso no tiene nombre. Bueno, sí: ¡arriba el nepotismo!