Que uno de los efectos de la extinción de los jefes de prensa y directores de comunicación social de verdad es el caso Rubén Rocha Moya, quien para variar se hizo bolas, ahora con las palabras “encuentro” y “choque”, o se quiso salir por la tangente, pues primero habló de encuentros del crimen con autoridades y después matizó con el argumento de que él se refería a enfrentamientos. Ricardo Monreal, siempre oportuno, salió al quite a decir que fue “un lapsus”, todo en medio de un enrarecido clima de violencia en Sinaloa. | Se observa en “Trascendió” de Milenio.