Con respecto al cambio en la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos hay una noticia buena y otra mala.

La mala, ya lo adivinó usted, es que Rosario Piedra buscará la reelección. La buena es que hay inscritos otros 65 perfiles lo que abre mucho el abanico de posibilidades para no tropezar con la misma piedra.

En el periodo que termina la CNDH despilfarró su prestigio por el interés personal de la presidenta saliente de quedar bien con el expresidente López Obrador. Eso, ganarse una palmadita en la espalda del mandatario en turno, no es su chamba.

La CNDH existe para otra cosa, para vigilar que las decisiones del poder no afecten a los ciudadanos en su dignidad personal, la de sus derechos como seres humanos, para que los errores de las personas de poder tengan un costo político, una rectificación y una reparación. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.