Hablando de la tómbola de candidatos en Morena, nos cuentan que en la base, ahí donde siempre se pide el apoyo para mítines y marchas, no cayeron nada bien algunos de los perfiles que, hasta ahora, el partido va a impulsar para llegar al Congreso.  Nos dicen que como en los mejores tiempos del PRI —aunque ahora quizá con un poco menos de recato— se dieron tantos beneficios a la parentela de líderes. Un ejemplo, nos comentan, se puede observar en Puebla. El actual coordinador de los diputados morenistas, Ignacio Mier, quien no recibió la candidatura al gobierno estatal, fue compensado con una candidatura para un escaño en el Senado. Pero ahora se incluyó a su hijo para ocupar su lugar en la diputación federal. Y ya en esa ruta, nos aseguran que está buscando que su hija sea diputada. En la Cuarta Transformación ya no hay nepotismo, se trata de mantener en familia el movimiento transformador para garantizar que se cuele algún conservador. Por el bien de todos, primero los parientes. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.