Chente y su PT parecen relegados a roles secundarios en Veracruz, siendo más bien comparsas y porristas en el escenario político. Vicente Aguilar Aguilar presenta un intrigante equilibrio retórico al expresar su «resignación» frente a las decisiones de Morena, que se apropia de la mayoría de candidaturas a diputados federales. El acto estelar se desarrolla en el XV Distrito, donde la danza de género se convierte en un juego de ajedrez político en la negociación. Sin embargo, a pesar de afirmar que comprende a la base y solidarizarse con los petistas, Chente Aguilar parece estar buscando una diputación plurinominal para él o, al menos, una local que respalde su nepotismo en Alto Lucero. La única opción restante para Don Chente, dirigente estatal del Partido del Trabajo, podría ser decir a Morena la misma frase que Vicente Fernández solía sentenciar a las damas: «¡Para qué quiero la tumba si ya me enterraste en vida!» ¡Ajúa!