El espectáculo ofrecido en las últimas horas en Nuevo León por el gobernador y aspirante a candidato presidencial, su gabinete y el Congreso local dominado por PRI y PAN, enciende alarmas del tono que podría tomar la batalla por el poder en 2024. Samuel García parece haber aprendido la máxima de Palacio Nacional de “no me vengan con que la ley es la ley” y se negó a acatar la decisión de la legislatura local, facultada constitucionalmente para elegir a un sustituto al entrar en vigor su licencia. Nos hacen ver que las diferencias políticas no asustan a nadie pero las escenas de bombas de humo en el Congreso y funcionarios atrincherados en la sede de gobierno, con ayuda de la fuerza pública porque no se aceptan las reglas legales establecidas, son un muy mal augurio de lo que podría venir el año que entra en el país. ¿Habrá quien levante la mano para tratar de pactar un compromiso de respeto a la ley de todas las partes que estarán en contienda? |Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.