Nos cuentan que los elementos de la Marina desplegados en la zona de desastre en Guerrero han tenido que enfrentar el enojo de pobladores que les reclaman la falta de agua potable, al grado, nos aseguran, de amagar con lincharlos. La Marina llevó una planta de agua potabilizadora, que tiene lista para funcionar, pero los gobiernos estatal y municipal no han podido proveer el agua que debe purificarse. Nos dicen los marinos que ellos están prestos para ayudar, pero ante la situación que ha rebasado a las autoridades locales, son ellos quienes reciben in situ los reproches. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.