La inminente conmemoración de un aniversario más de la noche triste de Iguala, ya encendió los focos de alerta en las dependencias del Gabinete de Seguridad. Será una efeméride caliente. Ayer un grupo de normalistas de Ayotzinapa atacó con petardos y pedradas las instalaciones del 27 Batallón de Infantería con sede en Iguala. Los soldados, desde adentro, respondieron lanzando bombas de gas lacrimógeno para dispersar a los normalistas. Eran, tome nota, alrededor de mil jóvenes que llegaron en 20 autobuses secuestrados. Ahí quedó el primer choque pero vienen más. El gobierno insiste en apagar el fuego con una reunión en Palacio Nacional con los familiares de los normalistas desaparecidos, pero será insuficiente. Lo que se requiere a estas alturas es información nueva, sustantiva, no las promesas de siempre que se han desgastado y nadie cree. Relata «Pepe Grillo» en Crónica